21 de diciembre de 2015

Teleprograma



Hoy, en el aniversario de la muerte de Inma de Santis, presento un estupendo escaneo que tomo prestado del blog TP en Portada. Es una página de Teleprograma, probablemente de enero de 1990, con una foto que no había visto de Inma jovencita, extremadamente bella.

6 comentarios:

  1. Y 26. Y los que quedan, y no te olvidamos ni te olvidaremos.

    Me da un poco de cargo de conciencia pasar casi semanalmente por este blog, pero escribir sólo una vez al año (aunque en el que cerramos creo que fueron dos). Aprovecho para agradecer nuevamente a Octopus su labor y el material gráfico que pone a disposición de todos nosotros. Gracias también a Roberto Hoya por la biografía sobre Inma, que tengo a buen recaudo y abro con frecuencia.

    Aunque ella ya no esté aquí, entre todos, de algún modo, la seguimos manteniendo viva.

    Un cordial saludo, y mis mejores deseos para el año que entra.

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    1. ¡Una o dos veces al año, se agradece que escribas cuando lo tengas a bien, JavierBC! Hago extensible mi agradecimiento a Roberto Hoya y me congratulo de que su camino se cruzara tan para bien con el de nuestra querida Inma.

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  2. Cuesta pensarlo, pero parece increíble que hayan pasado ya 26 años de la muerte de Inma. Nadie diría viéndola en la portada de TP que tan sólo estaba a menos de cuatro meses de dejarnos. Te animo a seguir con este magnífico blog, Octopus, porque gracias a él para muchos de nosotros sigue viva. Sinceramente, gracias, y que este blog dure.

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    1. ¡Gracias Alberto! Tengo material y motivación para seguir con el blog. Si resulta interesante habré cumplido mi objetivo. ¡Un saludo!

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  3. Comparto lo que dice Alberto. Hasta hace apenas unos años estaba completamente olvidada, casi como con esas "damnatio memoriae" que aplicaban los romanos a aquellos gobernantes indignos de ser recordados. De la muerte física es imposible recuperarla, pero de la segunda muerte que es el olvido sí se ha logrado, y es en gran parte gracias a ti, Octopus.
    Feliz Navidad, y a seguir adelante.

    Un saludo.

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    1. ¡Es gracias a todos! ¡Gracias otra vez, Jesús! Aquí seguimos. Por cierto, Stalin fue otro maestro de la damnatio memoriae. Siempre he hallado hilarante lo de eliminar de las fotografías a los caídos en desgracia.

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