20 de diciembre de 2010

El efecto Inma


Inma de Santis en Brighton (Reino Unido), en 1982

¿Cuántas mujeres hermosas hay en el cine o la televisión? Los cinéfilos lo sabemos bien: decenas, centenas, millares... Las hay por todas partes. Yo podría redactar —y quizá lo haga un día para entretenerme—una extensa relación de las actrices que desde finales de los 70, cuando empecé a disfrutar del séptimo arte, han despertado mi interés. Las dos primeras, aunque no eran lo que se dice muy guapas y tampoco me gustaban especialmente, quizá fueron Carrie Fisher, la princesa Leia en Star Wars (1977), y Margot Kidder, Lois Lane en Superman (1978). Luego llegaron los 80 y una actriz que ya me gustó mucho más, Brooke Shields en The Blue Lagoon (1980). Españolas ninguna. El cine español no me interesaba y la única española de la que tenía nociones era de Marisol, bella mujer que te encontrabas de vez en cuando en TVE, en películas aburridas en las que hacia de niña-mujer.

He aquí que, aproximadamente a mediados de esa gran década de los 80, cuando en el cine deslumbraba Kelly LeBrock con la comedia juvenil Weird Science (1985), una madrugada me enganché no sé cómo con Juego de amor prohibido (1975), en televisión, y así fue como vi por primera vez a una joven Inma de Santis, quizá en la película que con más eficacia ha logrado captar su magnificencia, la nobleza de sus facciones. Es cierto que en ese momento no me quedé con su nombre, la archivé como una chica mona más y prácticamente la olvidé a ella y a la película. No fue hasta 1987 o 1988 cuando con el magazín Fin de Semana redescubrí sin saberlo a Inma, sin identificarla como la protagonista de Juego de amor prohibido, pues era 13 años mayor y el peinado no se parecía nada, pero en esa ocasión sí que sí, sí que me quedé con su rostro, con su nombre y con su voz, una voz y un estilo de hablar y actuar que activaron los mecanismos neurológicos que conducen al enamoramiento. Irreversible. Hallé algo, una causa cuyo efecto hace que hoy, en la víspera del 21 aniversario de la muerte de Inma, todavía esté hablando de ella y la recuerde todas las semanas... O todos los días. De esas decenas de actrices atractivas que en algún momento me han hecho exclamar con admiración, ninguna ha sido capaz de seducirme como lo ha hecho Inma, con carácter vitalicio.

Voy a expresar un deseo para 2011 y más allá: que salgan a la venta en DVD, Blu-ray o el formato que sea todas las películas de Inma. De muchas sólo disponemos de copias de pésima calidad sacadas de viejas cintas VHS, ¡y eso si hay suerte! Espero conseguir alguna copia de las para mí todavía inéditas El juego del diablo (1975) y Madres solteras (1975), ambas de un periodo, el mismo que Juego de amor prohibido, en que Inma era una mujercita deliciosa. Otra que me falta y por la que tengo interés es Experiencia prematrimonial (1972). He observado que estas películas españolas de los años 70, y no sólo las de Inma, ya no las suenen poner casi nunca en televisión, y mira que ahora tenemos una oferta de canales que suman más de los que podemos recordar y que, además, nos permiten grabar las películas en un disco duro. Paradójicamente, era más fácil que las emitieran durante el monopolio de TVE.

El 21 de diciembre se cumplen 21 años sin Inma, mortal en la carne, inmortal en el celuloide. La australiana Vanesa Amorosi lo decía bien en su fantástica canción oficial de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000: Heroes Live Forever. Los héroes viven para siempre. Inma es mi adictiva heroína.

7 comentarios:

  1. Aparte de su belleza física, que era impresionante, Inma de Santis tenía algo más. Era lo que transmitía. Si un programa de programación televisiva (valga la redundancia) llegó a ser líder de audiencia, no fue por azar, sino porque era una persona que transmitía sensaciones enormemente positivas... Era una mezcla de todo, una voz muy dulce, gestos de complicidad (el ...¡ah!... que repite muchas veces en el programa Fin de Semana, que acompaña con un arqueo de cejas muy expresivo, es una buena muestra de esto) una puesta en escena muy trabajada, etc...

    Vamos, que la atracción que ejercía y aún ejerce sobre cualquier televidente estaba cimentada en muchas más cosas que un rostro muy bello. Creo que lo que provoca lo has dicho muy bien en esta entrada. Adicción. Maravillosa adicción. Creo que no habrá nunca nadie como ella, con esta capacidad...

    En cuanto a lo del olvido de los medios, pues sí. Qué vamos a decir... Una persona que ha dado enormes réditos y prestigio a un ente como TVE no se merece un pu...ñetero recuerdo de vez en cuando. Este sábado pensé que magnánimamente podrían dedicarle unos segundos. Nada. Nada de nada. Era mucho pedir...
    Pero bueno, a fin de cuentas, y por mucho vacío que se le haga desde otros ámbitos, creo que lo importante es que las personas que la admiramos (que somos muchísimos) nos seguimos acordando de ella, y la seguimos recordando con cariño. Porque se lo merece.

    Obviamente, Octopus, sin la labor que has llevado a cabo, nada de esto sería posible, al menos de puertas para fuera, ya que estas palabras no encontrarían foro alguno que le diera sentido. Por eso, también quisiera agradecerte el enorme trabajo que has hecho, tanto en volumen como en importancia.

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  2. Me dejas sin palabras ¡jajaja!
    Bonita foto y bonitas palabras para Inma que expresan sentimientos que comparto totalmente contigo.
    Yo la descubrí bastante tarde pero se que no la olvidaré nunca.
    A ver si hay suerte y conseguimos esas películas. Un abrazo.
    Cibeles.

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  3. Gracias Jesús. Ahí es donde quería ir yo, a que mujeres de belleza impresionante hay muchas, pero muy pocas son las que consiguen que veamos más allá de lo físico. ¡Y atención, yo soy de los que reconocen sin pudor que el físico es lo primero! Hipocresías, las justas. Otro gesto muy característico de Inma era llevarse la mano al mentón. Era muy presumida, aunque lo negaba con algo de cinismo... ¡Jajaja!

    ¡Gracias Cibeles! Ya sabes, es nuestra Inma. Un abrazo.

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  4. Vella fotografía Octopus, espero que se cumplan todos tus deseos pues serán también nuestros deseos y podamos verla en esas peliculas. Me uno a lo dicho por todos vosotros y desearos una ! Feliz navidad¡.
    Un saludo
    Manuel.

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  5. Gracias, amigo Manuel. Mis mejores deseos para ti también.

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  6. El físico puede ser lo primero si existe personalidad, como era el caso de Inma. Una belleza, sea masculina o femenina, que sólo transmite placer visual es una belleza vacía.

    Triste fecha hoy para todos aquellos que conocieron a Inma, personal o profesionalmente, qué decir de su familia. Quizá el paso del tiempo el intenso dolor lo ha transformado en un agudo escozor.

    Como arena saharaui golpeándote la cara llevada violentamente por el viento, abofeteándote casi, una arena saharaui que hace 21 años, un día como hoy, vió perecer a una mujer llamada Inma de Santis.

    Descansa en paz.

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  7. Una vez llegado (y sobrepasado ya, a estas horas) el día 21, poco se puede decir que ya no se haya dicho. Solamente, mandar desde aquí un caluroso abrazo a la familia y amigos de Inma, y a ella, un beso enorme, donde quiera que esté, deseándole que desde allí pueda ver y sentir lo querida que sigue siendo, a pesar de toda la pila de años que han pasado desde que nos dejó.

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