De Inma de Santis |
Inma, con lunar falso, en el capítulo Humillados y Ofendidos, de la serie Novela (1973)
Un acontecimiento singular que narra la madre de Inma de Santis y que, y esto lo digo yo, expone la cantidad y calidad de admiradores que tuvo esta mujer, tuvo lugar en 1999, cuando su madre veraneaba por Mijas y entró en una cafetería elegida al azar. Pues cuál no sería su sorpresa cuando al mirar el mostrador se encontró de frente con una especie de altar con flores, luces y una fotografía... ¡De Inma! Ella exclamó: "¡Pero si es Inma, mi hija!". ¿Cómo era posible? El misterio se desentrañó en un santiamén.
El responsable de dicha adoración diurna era uno de los camareros, que inmediatamente saltó por los aires y la abrazó. Le contó la profunda devoción que sentía por su hija, que por entonces, y nótese bien, llevaba fallecida ya 10 años, y le mostró los diversos recortes de periódicos y revistas que poseía. Incluso aseguró, y esto me recuerda a cierta escena de William Wallace en Braveheart, haber soñado con Inma y cómo ésta le había pedido que las flores del relicario fueran amarillas, como así eran.
Este camarero había conocido a Inma en persona, por allí mismo, pues a ella le gustaba mucho ir a Benalmádena, donde solía alojarse en el hotel Tritón de la Avenida Antonio Machado. Impresionada y agradecida, la madre le envió tiempo después una buena foto, el día de reyes, y él le contestó diciendo que había sido el mejor regalo de reyes de toda su vida. Como decía el general Máximo Décimo Meridio en Gladiator, lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad...
Seguro que a este gran señor, como a muchos de nosotros, el tiempo transcurrido después de su fallecimiento, será infinito y siempre estará en nuestros corazones.
ResponderEliminarOctopus, me he quedado emocionado, muchas gracias por esta aportación. (Flores amarillas).
Esta historia tan bonita, como que dan ganas de ir a ver a este señor y darle un fuerte abrazo. Algo tiene que haber en el cielo, cuando pasan estas cosas.
Es una historia muy humana y de no poco emotividad, Manuel. En cuanto me la contaron supe que tenía que trasladarla aquí. ¿Te imaginas lo que ha de ser encontrarte con eso así de repente?
ResponderEliminarEntre sorpresa y emoción, y por otro lado muchísima alegría.
ResponderEliminarNo tengo palabras para darte mi mas profunda enorabuena por este espuendo blog, mudo estoy , en serio....
ResponderEliminarAbrazotes...
Jose Antonio Diego
Muchas gracias, José Antonio. Tu excelente blog ya lo conozco desde hace mucho tiempo. Un abrazo igualmente.
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