Ya he conseguido las fotos de Inma en el Fotogramas de abril de 1975. Podemos despacharlas con un "no comment", esa frase tan de moda, y centrarnos en el reportaje de Diario 16.
Tras su fallecimiento hace unos meses, mis amigos y yo quedamos impresionados con el documental La Silla de Fernando (2006), en el que con divertidísimos monólogos que exponen su singular personalidad, Fernando Fernán Gómez narra anécdotas y experiencias de su vida profesional y personal. Pues bien, en este reportaje de Diario 16, de 1983, la dulce Inma detalla su ilusión por trabajar con Fernán Gómez en la obra teatral "Del rey de Ordás y su infamia", y además esboza su perfil más contestatario y progresista. Nótese que el texto está firmado por Michelle Santiago, su hermana, y que las fotos son de Antonio de Benito, su novio durante ocho años. En la portada Marcelle Parmentier, la viuda de Félix Rodríguez de la Fuente.
Revista Fotogramas. Abril de 1975
Revista Diario 16. Septiembre de 1983
Empezó a ser actriz siendo una niña, proyectando una imagen de ser dulce y angelical, pero su fisonomía, de rasgos finos, con el paso del tiempo le jugó una mala pasada y no encontró sitio en la estética del cine actual.
«Es posible que mi imagen no tenga atracción en la estética del cine actual. La verdad es que yo soy muy tímida y no puedo evitar ser rubia, pero lo que me niego a hacer es disfrazarme para andar por la vida.»
Los malos tiempos de paro procura no recordarlos, aunque sabe que en cualquier momento pueden volver y que hay que estar preparada para aprovechar cualquier oportunidad.
«El actor, la actriz, cuando sufre el paro siempre padece una crisis, es inevitable, y si se prolonga se plantean una serie de dudas, los esquemas se vienen abajo. ¿Hacer otras cosas? Claro que sí, yo soy una persona muy abierta y, aunque mi trabajo me encanta y está por encima de todo, pienso que mi desarrollo profesional en los medios de comunicación puede ser mucho más amplio que el de la mera interpretación. Por eso he estudiado Ciencias de la Imagen, carrera que ha sido muy interesante para mí y que abre otros canales de manifestación. De todas formas, pienso que el estar delante y detrás de una cámara está muy entrelazado. Pero mi interés por los medios no surge de una crisis, sino de que soy una persona absolutamente inquieta como actitud vital. Si hay una palabra que me defina es la inquietud.»
La fuerza de voluntad, la vocación y también la inquietud hicieron que siguiera luchando por aquello que quería conseguir. Siguió viviendo.
«Vivir es ya lo suficientemente duro y a mí no me ha sido fácil. Empecé a trabajar siendo muy pequeña, adquirí responsabilidades y obligaciones; esto te hace crecer demasiado pronto y hasta es posible que perdiera determinadas parcelas de mi infancia, pero una vez que comencé a decidir sobre mi propia vida me ha ido bastante bien. Mi trabajo como actriz me encanta y a lo que aspiro es a tener un desarrollo profesional duradero, regular dentro de lo posible y claro. ¡Ojalá que siempre pudiera ser con un personaje como el que ahora tengo entre manos! La delgadina de la última obra de Fernando Fernán Gómez, "Del rey de Ordás y su infamia", es lo más importante de mi carrera hasta ahora. Trabajar bajo la dirección de Fernando era uno de mis sueños, ya que siempre le he admirado mucho como actor y director. Como autor teatral, "Las bicicletas son para el verano" es la mejor comedia que se ha representado en España desde hace mucho tiempo. Es toda una experiencia maravillosa.»
A pesar de dar la imagen de una chiquita insegura, frágil, a la que cualquiera puede timar, Inma es todo lo contrario. Lo más positivo es que a ella no le interesa en absoluto ir pregonando su verdad, sino que más bien parece que está a gusto tal y como están las cosas.
«Mi meta es la vida, recuperar su sentido humano, aprovechar cada pequeña oportunidad que te ofrece para sentirte un poco mejor y ser más optimista, llenarme de esas miles de cosas que me hacen vibrar: un libro, un viaje, un concierto, Miguel Ríos, una película, mis amigos…»
De su vida privada nunca ha querido hablar, no le gusta airear sus cosas íntimas en las revistas.
Aunque sólo tiene veinticuatro años lleva mucho tiempo conviviendo con la misma persona. «Él me apoya no sólo cuando tengo problemas, sino también en mi vida cotidiana, mis estudios, mi trabajo… Ahora somos lo que se llama una pareja estable.»
No cree en el matrimonio, pero sí en la pareja, y pasa muy mucho de los esquemas familiares tradicionales.
«No me voy a casar. Entiendo que en las relaciones de pareja ni la Iglesia ni el Estado tienen por qué intervenir y ni mucho menos dar el visto bueno a la forma que uno decide vivir. En la pareja sí que creo, como relación de dos personas que deciden vivir juntas, pero no bajo la imposición de que ha de ser para toda la vida.»
Tras esa apariencia de niña tonta o niña bien se esconde una autentica mujer nada cursi y con los pies en el suelo.
«Mira, la estructura familiar no tiene por qué condicionar unas relaciones afectivas satisfactorias y tampoco creo que la evolución de la especie tenga que perpetuarse a través de la familia. A esta conclusión he llegado a través de un análisis de la realidad general en que me desenvuelvo y no en base a un resentimiento de la infancia o algo parecido.»
Casi nadie sabe que ella mantuvo posturas contestatarias contra la dictadura franquista. No es fácil imaginar a la delicada Inma de Santis tras una barricada o portando una bandera totalmente roja y desafiante, pero si ella lo dice habrá que creerla.
Al llegar la izquierda al Gobierno quizá se hayan producido desencantos y frustraciones, debido a que el poder es algo que absorbe muchísimo cualquier tipo de ideología. Yo, por mi parte, en absoluto me siento frustrada o desencantada. ¿Que quizá antes mantuviera una lucha política determinada, por supuesto, a la izquierda? Pues sí. Era lógico, fruto de la situación que vivía el país, pero llega el momento en que todo esto te sobrepasa y te haces más realista. Respecto al Gobierno actual, aunque una siempre piensa que se puede hacer mejor de lo que lo hacen, soy consciente de que se está poniendo buena voluntad.»
Del rey Ordás y su infamia, artículo en EL PAÍS. 1983
Auténtica Emoción.
ResponderEliminarFilomeno, qué buena es la foto de Inma con ese anochecer de fondo...
ResponderEliminarDelgadina, hija del Rey Ordás (interpretado por Pellicena, papel del que se sentía orgullosa......
ResponderEliminarLa delgadina, este romance, que, en mis viajes por Espàña, ya recojo de mala gana por lo mucho que abunda, me produjo en América la satisfacción de un hallazgo (Menéndez Pidal, 1905)
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